…. Así que como siempre había hecho cuando me cuestionaba mi futuro, cuando necesitaba una voz sensata o unas palabras sabias, llamé a la única persona que jamás en la vida me ha dado un mal consejo….Mi mamá.
En una llamada a cobro revertido desde el estacionamiento de una tienda de discos del condado de Orange, le expliqué mi dilema entre lágrimas: dejar mi banda anterior (scream) y ella lo comprendió perfectamente, porque en el fondo sentía lo mismo por Pete y Franz. Con el tiempo, nos habíamos compartido TODOS en una gran familia, y ella los consideraba mucho más que mis compañeros de banda; ellos eran mis hermanos. Nunca olvidaré el sonido de su voz cuando me dio el consejo que dirigiría mi vida en su dirección definitiva.
“Dave, sé que quieres mucho tus amigos, pero a veces tienes que anteponer tu necesidades a las de los demás. Tienes que cuidarte de ti”. Esto, dicho por una mujer mujer cuya vida había sido exactamente lo contrario, me sorprendió muchísimo, pero como era la persona más sensata que conocía, colgué el teléfono y decidí seguir su consejo, independientemente de las consecuencias.
Metí el saco dormir y la batería en una caja de mudanzas y me fui a Seattle, una ciudad donde solo había estado una vez y en la que no conocía absolutamente nadie, dejando atrás una vida para empezar otra. Tenía una sensación de pérdida que no había sentido jamás. Echada de menos mi casa. Echaba de menos a mis amigos. Echa de menos a mi familia. Estaba totalmente suelto, estaba totalmente solo, de vuelta a la casilla de salida recomenzando de nuevo.
DAVE GROHL // THE STORYTELLER // LIBROS CÚPULA